Todos los pájaros estaban nerviosos, la pajarería temblaba. Era un sitio cerrado, oscuro, tenía paredes que apenas se veían, las jaulas se estaban rompiendo, cuando apareció un ángel. Era un señor vestido de blanco,  moreno, guapo y sin zapatos. Ellos pensaron:
-Esto ha pasado por lo que hemos dicho antes.
-No, nos han hecho vudú.
Unos minutos antes, estaban hablando, de que si las personas, saben cantar, ¿porqué lo vamos a evitar? El ángel les contestó:
-Sí queréis cantar esto debéis adivinar. ¿Cuántos colores hay en el mundo?
Intentaron acertar toda especie de pájaros:
-Hay 100.
-No, hay 1000.
Toda clase de pájaros que había allí dijeron un número, pero sólo quedaban los loros, por decir el número de colores que había.
Se pusieron de acuerdo y dijeron:
-Pepe, ¿cuál es tu número preferido?
-El 5.
-¿El tuyo, Juan?
-El mío el 7.
-Sólo falto yo, mi número es el 2.
-Pongámoslos juntos y formemos el número.
-572 señores.- saltó Juan.
El ángel desapareció, el techo se cerró. Ellos no notaron nada. Pensaron que no lo habrían adivinado. 
Al día siguiente, entró la dueña,toda bella, con una falda de flores naranja unas medias negras a rayas, una camiseta amarilla y una chaqueta blanca. Por otro lado llevaba unos tacones de 25 centímetros,un collar que le llegaba asta la cadera unos pendientes azules de bolas y un pelo rojo con mechas negras. Dijo:
-Hola
-Había una vez un barquito chiquitito, había una vez un barquito chiquitito, que no podía, que no podía, que no podía caminar...-respondió Pepe.
-Pero, ¿por qué cantáis?
-Ayer se nos apareció un ángel, nos dijo que adivinaríamos su acertijo y lo acertemos.
-Menuda la que vais a montar vosotros aquí.
Desde entonces los loros cantan lo que oyen. Es más, cada vez hay más animales que cantan, por qué son hijos de algún loro.
 
Se me ha olvidado la sangría pero creo que los párrafos se diferencian.
ResponderEliminarEspero que os guste